Investigando formulas secretas [Dr. Jekyll + Libre]

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy había salido temprano de mi hogar, aquel prometía ser un día normal, sin embargo, dando un simple paseo por el mercado, buscando hierbas exóticas , me había topado con alguien que sentía la misma atracción que yo al combinar y crear diversos compuestos. Claro que en distinta medida y con diferentes fines. Me había encontrado con el reconocido Dr. Jekyll, Químico farmacéutico del Hospital Mason.

Luego de compartir una taza de té en un pequeño, pero elegante, bar, ambos nos dirigíamos hacia mi tienda, deseaba mostrarle las notas de mi padre, allí había formulas que yo no podía comprender, quizás él podría ayudarme a entenderlas y si era posible, poder crearlas y conocer sus funciones, ya que eran mucho mas ambiciosas que la formula de un perfume convencional.

Ambos caminamos unos cuantos metros compartiendo una agradable tertulia, hasta llegar al frente de mi tienda.
Rebusque en mi bolso las llaves y procedí a abrir la puerta.

-Adelante.- indique con la mano para que ingresara.- Bienvenido a “Hana no Kaori”-le dije sonriente.

Así que este es el más caro... Maldita sea Elizabeth que me hace gastar en cosas inútiles.

-Eso es muy impresionante siendo usted una dama tan joven y ya es toda una practicante de la alquimia. Dije a la dama. Así que fatales, como lo intuía, esos frascos podrían ser muy útiles en algún momento.

Un hombre me habló de repente muy eufórico. No puede evitar sorprenderme, siendo yo un hombre que estudia tanto cada situación, no había notado que se acercaba. En un principio lo miré extrañado, ¿debía reconocerlo de algún lado? Me habrá hecho algún trabajo, o habré hecho algo malo al sujeto, no recuerdo... El hombre se explica, ah un oyente de mis charlas, que bueno.

-Es un placer escuchar que le gustan mis charlas caballero,¿con quién tengo el gusto de encontrarme? Digo ofreciendo le mi mano como saludo.

Mientras oía la conversación del doctor Jekyll con mi cliente el profesor Moriarty, envolví cuidadosamente el perfume en un delicado paño y luego lo coloque dentro de una caja, la cual cerré con un listón y le realice un moño.
Siempre había sido muy delicada en cuestión de presentaciones, así como cuidaba mi imagen, que a pesar de no poseer demasiados lujos siempre intente verme bien.

-Aquí tiene señor, muchas gracias por su compra y espero que sea del agrado de su mujer.- le entregué el paquete para luego tomar los demás frascos de perfume y acomodarlos en sus respectivos aparadores. – Con permiso.- dije al tiempo que me alejaba de ellos para que tuvieran algo de privacidad, no sin antes dedicarles una sonrisa.

Camine unos metros y me dispuse a ordenar los perfumes con cuidado.