Conversación al día siguiente (María y Geneva)

Recuerdo del primer mensaje :

A la mañana siguiente, llegué temprano a la cafetería del teatro. Me quité los guantes, el gorro de lana y el abrigo negro. Aquel día mi vestido era azul, más sencillo y recatado que el de la noche anterior, aunque seguía sin ser demasiado apropiado, aunque me daba igual.
Me froté los ojos con fuerza. Había pasado una noche espantosa, pues había tenido una pesadilla. Eso era muy raro, no recordaba haber tenido ninguna en toda mi vida. Mi miré en le cristal y vi que mis grandes ojos negros estaban rodeados de ojeras violetas. Parecía uno de esos vampiros de los que hablaban tanto en Rumanía.
Me senté en una mesa libre y pedí un café con leche, un zumo de naranja y unas tostadas con mermelada (no me gustaba la comida inglesa, pero los desayunos eran otra cosa), esperando que mi querida Geneva llegara, mientras veía a la gente entrar y salir del bar...

- ¿Incómodo? - me extrañé - No sé lo que quieres decir. Para nada sería incómodo tenerte con nosotras - dije con sinceridad - ¡Cuantos más seamos, mejor! Hay que olvidar los protocolos y los modales y divertirnos, conocer gente nueva... No te preocupes, no haremos nada particularme escandaloso.

No me había entendido. Dejé escapar un nuevo suspiro y la miré, ruborizándome sin poder evitarlo ante sus palabras. Escandaloso, escandaloso simplemente sería asistir al bar sola. Respiré de nuevo hondo y la miré, mordiéndome el labio inferior.

—Me refiero a si esa mujer está allí, siendo la dueña… —comenté mientras la miraba, no sabía quién podría ser la que dirigiera un lugar así. No había tenido demasiados tratos con mujeres emprendedoras. En mi cabeza por un momento se formó la imagen de mi primo echándome la bronca del siglo por solo pensar en todo aquello. —Ya te diré lo que sea, ¿de acuerdo? Ahora debería marcharme, ya comienza a ser tarde.

{Off: Nena, voy a estar un par de días seguramente ausente que tengo mañana y pasado examen, por lo que ¿qué te parece si cerramos aquí y abrimos otro cuando vuelva el sábado donde sea?}

- ¿La dueña del bar? - pregunté, aún sin comprenderla - ¿Te refieres a Charlotte O'Connor? Siempre ha sido muy simpática conmigo... a pesar de "otros" - era lo malo de que mi futuro marido hubiera tenido una vida tan libertina: se había acostado con la mitad de las mujeres londinenses, fueran de la clase social que fueran, y Charlotte no había sido la excepción - De acuerdo - dije, mirando el reloj de la pared y percantándome ahora de que había perdido la noción del tiempo - Es mejor que quedemos otro día para hablar. Avísame cuando tengas tiempo libre - la acompañé hasta la puerta hasta que llegó el carruaje, igual que la vez anterior, con la única diferencia de que, esta vez, yo también me iría en carruaje.
Ya era de noche y, después de la fiesta, tendría que cumplir con mi promesa y pasar la noche en la mansión Mason... sólo pensar eso me ponía nerviosa.

(Off: Ok, no hay ningún problema, tómate el tiempo que necesites. Avísame cuando vuelvas y roleamos de nuevo todo lo que quieras, pásatelo bien y muchos besos!! )